Uno de las frases mas recurridas en fotografía nocturna es «lo que no recibe luz no existe». Quizá esta imagen contravenga un poco esa afirmación, ya que existen y están perfectamente delimitadas las rocas del primer plano gracias a la iluminación del pino y del cielo estrellado.
Esta imagen me recordó a la portada de uno de mis libros favoritos «Luces de Montaña» de Gallen Rowell.
Iluminación con flash, 30″ de exposición, F4 e ISO 3200 a 10mm de focal.
simplemente, espectacular.